Esto no es una foto color sepia

En marzo de 2022, los cielos de Europa se tiñeron de un inusual tono anaranjado, como si el atardecer hubiera decidido extenderse durante todo el día. El responsable fue una masa de polvo del desierto del Sáhara que, tras recorrer miles de kilómetros impulsada por corrientes atmosféricas, cubrió varios países con un tono sepia. Este fenómeno, tan bello como inquietante, ocurre cuando el polvo fino en suspensión bloquea la luz solar, cubriendo el cielo de tonos rojizos y ocres.

La llegada de polvo sahariano a Europa sucede a menudo, incluso varias veces al año, pero a menudo es tan poco que apenas resulta perceptible, y pocas veces es tan intenso como en este caso. Más allá del espectáculo visual, este polvo cumple una función ecológica vital, ya que aporta nutrientes a los suelos de Europa e incluso al mar y los océanos: una tormenta en África puede acabar fertilizando campos, bosques y mares a miles de kilómetros de distancia.

National Geographic