La novedad se conoció en las últimas horas y provocó un alto impacto en la región.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha comparecido este martes para anunciar un alto el fuego en la ofensiva de Israel en Líbano.
Netanyahu lo ha justificado sin dar detalles y prometiendo seguir golpeando si se vulnera.
Tras la aprobación de su gabinete de seguridad, el mandatario presentará el plan a lo largo de esta noche al Consejo de Ministros. Solo unas horas antes, Israel ha lanzado ataques “a gran escala”, según la definición de un portavoz militar, contra los suburbios del sur de Beirut.
Desde la mañana, la aviación ha llevado a cabo hasta 20 bombardeos en Dahiye, el suburbio sur de la capital libanesa; derribado un edificio del centro de la capital (donde los drones de vigilancia suenan con más fuerza que nunca), en un bombardeo sin aviso previo de evacuación; y atacado por primera vez el campamento de refugiados de Rashidiya, cerca de la ciudad de Tiro.
El ministro de Exteriores de Líbano, Abdalá Bou Habib, ha anunciado que su ejército desplegará 5.000 soldados en el sur de Líbano, en la frontera con Israel, como parte de ese pacto.