Con una faena que en el primer trimestre del año se redujo en casi un 8%, la producción de carne retrocedió en niveles similares y pegó de lleno en el consumo doméstico, que exhibe los peores números de los últimos 30 años.
Con una faena que en el primer trimestre del año se redujo en casi un 8%, la producción de carne retrocedió en niveles similares y pegó de lleno en el consumo doméstico, que exhibe los peores números de los últimos 30 años.
En el primer trimestre del año, los principales números de la carne bovina no terminan de cerrar.
Por el lado de la faena, la industria procesó menos cabezas y era algo que se esperaba para este año, a partir de la menor disponibilidad de la hacienda.
La faena de marzo fue de 1.053.000 cabezas, el 13% menos que en el 2023. Cabe destacar que la de hembras fue menor en 18% anual, quedando en 47.1% y de la faena del primer bimestre, del 80%, 79.9% se faeno en frigoríficos habilitados por SENASA y el resto en frigoríficos con habilitación municipal y provincial.
Por otro lado, si las exportaciones en marzo se mantuvieron en 85.000 toneladas, se habrían exportado 245.200 toneladas con hueso en el primer trimestre. Por lo tanto, el consumo interno habría sido de 499.700 toneladas, es decir, menos 17.6% que en el 2023, marcando el registro más bajo de los últimos 30 años en el consumo per cápita en la Argentina, que fue de 42,6 kilos por habitante y por año.